martes, 19 de julio de 2011

Dia 28: sábado 16 jul. Beijing... Llegada de Caro

Yo había calculado que Caro Antonini llegaría al hotel a las 9, pero llegó antes de las 8:30... Menos mal que yo estaba ya despierta y vestida, si no me habría dado mucha pena jaja.

Caro vive en Singapur desde hace 4 años, y cuando le conté que venía a Asia, pero que no podía ir a visitarla a Singapur, ella cuadró todo para que nos vieramos este fin de semana aquí en Beijing, aprovechando que ella no lo conocía. Esta vez, al igual que cada vez que la veo, fue lo máximo vernos... Caro y yo hacemos mucho click, desde que nos conocimos en la uni (aunque nunca estudiamos juntas) nos hemos llevado excelente y hemos viajado bastante juntas. Los últimos años pasamos uno o dos años sin vernos y cuando nos volvemos a ver es como si nos acabaramos de separar, nos actualizamos en nuetras vidas y siempre la pasamos muy bien :)

Comimos otra vez lo que fue nuestro clásico desayuno: yogurt de miel en potecito de barro y esta vez compramos otros pancitos, que resultaron estar muy viejos y grasientos. para compensar ese mal sabor fuimos again a starbucks jeje (ese starbucks está demasiado bien ubicado para siempre provocarnos!). El plan de la mañana era ir al templo del cielo, que queda cerquita en metro. En el camino al metro, todavía en la parte peatonal, pasamos por enfrente de un restoran bastante grande, que al principio de la jornada saca a todos los empleados y hacen una especie de calentamiento - bailoterapia afuera en la calle... Es super genial, creo que es una excelente idea... Y como los chinos en algunas cosas no sufren de pena como nostros creo que se lo tripean full. Al día siguiente volvimos a pasar por ahí (por casualidad a la misma hora) y Caro se les unió un ratico en los aerobics, jajaja. 

El templo del cielo está dedicado a las lluvias convenientes y a las buenas cosechas, y al igual que el palacio de verano es más bien un parque, pero este no tiene montañas sino jardines y dos o  tres altares... Que son edificios bellos y redondos, pero como casi todos estos edificios monumentales chinos, tienen un muy buen lejos, y por dentro son nulos. También dicen que hay algo especial con la acústica de estos edificios, sus muros y sus rocas, tan es así que hay un muro "del eco", y unas piedras "de sonido", pero desafortunadamente nunca entendimos como funcionaban jajaja. De cualquier forma el paseito en el parque es una nota, porque además de ser todo muy verde y muy bonito hay muchísima gente divirtiendose, sobre todos viejitos, jugando damas chinas, dominó, cartas, cantando, bailando o simplemente conversando o pasando el rato. A todos los juegos de mesa se le incorporran muchísimos espectadores que estasn tan metidos como los jugadores mismo. Pero lo mejor es lo de la cantada.... Es como improvisado: hay un director de canto y la gente que pasa por alli lo rodea y empezar a cantar canciones chinas, todos con un sentimiento y una emoción que se contagia... Es un placer ver a la gente tan feliz. Ser viejito en Beijing y venir al parque ésre del templo del cielo parece ser como tener la vejez perfecta.

Fuimos a almorzar en la misma calle peatonal que pasamos todos los días para ir al metro, al sur de la puerta de Qianmen... Ahí hay dos lugares famosos y reconocidos: uno de dumplings y el otro de pato. Fuimos al de dumplings para tardarnos menos, además Caro llevaba toda la mañana hablando de dumplings.... Estaban maravillosos, perfectos, deliciosos... Me fascinaron! Eran como muy delicados, la masa muy muy finita, decorados por arriba como pomagranadas (se dice así? Estoy confundida :s). Unos los pedimos de carne y perejil, los otros de cerdo y otra cosa que no me acuerdo. Ademas pedimos otro plato de berenjenas con ajo que se mojaba en una salsita de maní, pero tenía demasiado demasiado ajo, algo exagerado (menos mal que los tres comimos jajaja). Y de bebidas pedimos unas birras, que estaban como light -como a mí me gustan-, creo que fueron las birras que más me gustaron del viaje... el nombre estaba en chino así que NPI :s

De postre (de lujo) helado de Haagen Dasz (tampoco sé como se escribe). Yo pedí macadamia, nada muy original pero siempre me gusta. Luego seguimos disparados camino al hotel a buscar los peroles de Fran para que agarrara su taxi al aeropuerto... :(... Él era el primero en irse, y después de esta pegadez 24/7 es rudo separase... Pero el rollo y el estrés de conseguir el taxi facilitó la cosa y las dos nos despedimos rapidito mientras él montaba sus cosas en la maleta... Y se fue... Buaaa... Qué suerte tengo de que Caro justo vino estos días :)

Luego, en plan de girl-talking, hicimos la caminata obligatoria por la plaza Tianamen. Esta plaza (junto con la Ciudad Prohibida, que esrá justo al norte de la plaza) es el corazón de Beijing. Ahí está el mausoleo de Mao, el monumento a los héroes y este año hay una conmemoración especial por cumplirse los 90 años del comunismo en China. Pero, además de todo eso es muy importante, porque es también donde los estudiantes se rebelaron en contra del comunismo y después de su protesta (y huelga de hambre) vinieron y los mataron para acabar con la protesta... Eso fue en 1989, me imagino que muchos se recordarán, yo me recuerdo solo del cuento, tenía 8... Pero estar aquí e imaginármelo on-site me pone los pelos de punta... Y pensar que en realidad el gobierno no sabía bien qué hacer, y que incluso en un momento determinado (apoyados por el primer ministro de turno), pensaron en darles la razón a los estudiantes y hacer un cambio en el sistema... Pero eso se quedó en penssmientos y al final decidieron hacer todo lo contario : Y mataron a ese gentío. Hoy en día todavía el recuerdo de eso lo reprimen y no se puede ni hablar del tema, por ejemplo en internet están deshabilitados todas las entradas que digan 4 de junio... Entonces, para hablar o hacer referencia a ese día (los valientes que se atreven) dicen 35 de mayo, y cada aniversario se desean feliz cumpleaños entre ellos como celebración secreta... Pero en realidad, aunque ese sentimiento todavía existe y está presente en las mentes de los jóvenes, ellos no se dan mala vida: lo ven como un mal episodio, igual que la revolución cultural, y piensan que el gobierno hoy en día lo está haciendo chévere y que sería fino tener más libertad y menos control, pero que si eso es lo que cuesta salir adelante como país lo aceptan sin quejas.

Quería llevar a Caro a conocer la calle peatonal que queda cerca de la Torre del Tambor. Para llegar allá fue una mini odisea: en Tianamen está todo cercado así que conseguir taxi es misión imposible, y el metro estaba tan full como podía estar... Nos costó entrar pero entramos empujadas, pero más complicada aún fue la salida, yo juraba que no lo íbamos a lograr, pero empujando y tratando de salir a como diera lugar, lo logramos, y además con todo el showcito salimos muertas de la risa... ;)

En la callecita esa paseamos y conversamos. Como teníamos mil cuentos, la calle es muy linda y la gente china en general es muy entretenida (para nosotros) la pasamos super bien. Para pasar el ajo del almuerzo ella se tomó un jugo y yo otro yogurcito delicioso. Como este es el año del conejo venden por todos lados orejitas para ponerse en el pelo, muchísimas chinitas las usan, y Caro compró un par... Nos las pusimos... y tomamos fotos por supuesto :)

Queríamos comernos el fulano pato a toda costa así que teníamos que llegar no demasiado tarde, por lo que decidimos ir a ver el atardecer en la villa olímpica, y apenas se anocheciera salir para el restoran. La tarde estaba bella, polvorienta como siempre en Pekin, pero con una luz bonita, y en el boulevar entre el nido (estadio) y el cubo de agua (estadio acuático) habían millones de papagayos que se veían bellos. Nos sentamos a esperar que oscureciera para que Caro viera la iluminación que es arrechísima... Pero nada que oscurecía, así que pasamos ahí horas hasta casi las 8, sentaditas en el piso hablando paja, interrumpidas cada tres minutos por algún chino, china o chinito bebé que se quería tomar fotos con nosotros... Aquí me siento como una rock star, y tengo unos blue jeans rotos en las rodillas que creo que les llaman demasiado la atención!!!... Al principio del viaje no se nos acercaba tanta gente, debe ser que ahora estamos más dispuestos o más pendientes... La gente además se alegra tanto de tomarse las fotos... Es como si fueramos aliens pintorescos de otro planeta.

Por fin prendieron las luces!!... Tomamos las fotos respectivas medio apuradas y salimos piradas a agarrar un taxi para que nos llevara al restorant del pato. Era temprano así que estabamos bien... El taxi manejó y manejó, esta ciudad es gigante, no deja de impresionarme! (tampoco es que íbamos al otro extremo de la ciudad ni nada), y como era una dirección medio complicada el señor muy amablemente llamó al rest (el telf. lo teníamos en la guía) y así fue que lo consiguió.

El restorant de hoy no era el mismo que fuimos Fran y yo antier, pero era de la misma gente, un local nuevo. Pedimos mesa y nos pasaron a un barcito a esperar, al ratico nos llamaron y nos sentamos. Los mesoneros no hablaban inglés pero logramos explicarles por la foto del menú lo que queríamos y ellos nos empezaron a decir que no, que no... Y otro poco de cosas que no entendiamos nada. Nosotras empeñadas, que si, que si, que para eso vinimos... Eventualmente vino otra mesonera que si hablaba inglés y nos dijo que el pato del coño ese se tardaba 80 min. en cocinarse!!! WHAT!???.... Para que esta este sitio recomendado en una guía si uno tiene que esperar más de una hora despues de pedir para empezar a comer!?!? Nos pareció insólito e inexplicable. Ya eran las 9, Caro voló desde Singapur toda la noche anterior, y yo con mi gripe había dormido mal... Entre las dos decidimos que no ibamos a esperar y qué carajo, nos perdimos el pato pekinés.... Que arrechera... 80 minutos!?!?!? Give me a break!... No lo pueden tener medio listo?, calculando un poco su demanda?, al fin  y al cabo es el "signature dish" del rest!... de pana me quedé loca, y obviamente frustradísima.

Para colmo de males salimos del hotel y estaba lloviendo. Había una larga cola para agarrar taxi. Sabíamos que el metro (que llegaba directo a nuestra estación) estaba cerca... pero no sabíamos hacia donde, y después de preguntarle a un gentío sin éxito le preguntamos a dos chinitas que estaban pasando por ahí, las chamas no solo sabían y nos explicaron, si no que nos escoltaron hasta el metro (a pesar de mojarse por la lluvia) para que no hubiera pele... Aquí en china hay de todo, pero gente tan tan exageradamente amable como estas chamas, es bien difícil encontrarla en Vzla.

Llegamos cansadas y todavía medio molestas del asunto del pato, así que cenamos en el propio hotel, Caro se pidió unos noodles esperando que fueran chinos (pero eran pasta completamente normal y cocidental) y yo un sandwich de jamón y queso (ambos super extraños en china) que me lo tarjeron acompañado de papitas fritas y ... patilla... Jaja, que combinación más rara. Aquí acompañan cualquier cosa con frutas, incluso la gente cayendose a palos en los bares pide platicos de frutas picadas. :p  

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