sábado, 3 de agosto de 2013

Día 1 - (Miércoles 24/07/2013): Madrid - Menorca

Viajar de madrugada siempre es agotador, sobre todo cuando ni agarrando el primer metro  uno llega a tiempo al aeropuerto (teníamos que estar allá a las 6 am). Decidimos agarrar un taxi para Cibeles desde la casa y luego de allí tomar el bus Exprés al aeropuerto… resultó que terminamos tomando un taxi compartido con dos personas más por el mismo precio, y estuvo perfecto. Nos tomamos un mini desayunito en McDonalds y justo cuando era hora de abordar empezó a amanecer… la verdad que los cielos de Madrid son bellísimos, y nos deleitamos con la luna nueva y los colores pasteles de la salida del sol.

Aterrizamos en Menorca, en el aeropuerto de Mahou / Mao. Teníamos un paquete con una agencia de viajes en un hotel Barceló, y estaba incluido el traslado aeropuerto hotel.  En el trayecto en autobusito al hotel nos echamos una mareada tan terrible que al bajarnos se nos olvidó el bulto de Fran en el autobusito. Menos mal que rápidamente nos dimos cuenta y sobre todo que estábamos en un transporte privado: al rato pasaron dejándonoslo en recepción.

Llegamos como a las 10am al hotel, en donde “amablemente” nos dijeron que la habitación podían dárnosla a partir de la 1 y pico… La verdad que de sólo pensar que eran 4 horas de espera fue “per se” agotador, pero salimos de paseo por los alrededores y a pesar de que  hacía un solazo y no teníamos ni gorra ni protector solar estuvo súper chévere. El hotel queda al sur-este de Menorca, en un pueblito que se llama Punta Prima y en donde hay varios resorts, restoranes, mercaditos y una playita bien bonita.


Fuimos directo hacia el mar. A travesamos unas callecitas con casitas playeras y llegamos a un mirador donde disfrutamos por primera vez en el viaje de los colores turquesa y las aguas transparentes de Menorca. Además la vista al mar era linda porque justo enfrente de Punta Prima hay una isla desierta con un Faro muy lindo (uno de los 7 de Menorca) que se llama Isla del Aire. Caminamos por las piedras hasta la playa y nos metimos en un mercadito a comprarnos unas birritas y sentarnos un rato a descansar y salirnos del sol. 

Hicimos un análisis con la guía (libro) de las cosas que más queríamos hacer en el viaje, en particular saber cuáles eran las "calas" (playas) más bonitas que debíamos conocer,  y luego proseguimos con el paseo… hay un antiguo camino que bordea casi toda la costa que se llama "Camino des Cavalls"
: es un caminito de tierra, para hacer senderismo, bici o ir a caballo, caminamos un ratico bordeando la costa hasta que yo estaba medio incómoda por estar en sandalitas de tacón caminando en la arena. Este camino es una camino antiguo que desde hace unos años han ido restaurando, bordea casi toda la isla pegadito de la costa y permite ir de una playa a la siguiente casi ininterrumpidamente.

Finalmente ya era hora de volver al hotel (que queda como a 400m del mar) y antes de ir a la habitación hicimos nuestra primera comida en el Resort  (estamos en régimen de media pensión). Era como nos esperábamos un súper buffet y yo de exagerada agarré absolutamente todo lo que me provocaba y me hice un plato de camionero: cebollas y tomate a la parilla, pizza, ensalada, lasagna, pimientos,  papitas fritas y varios tipos de queso. Fran se fue por algo más lógico y escogió carne acompañada de papas fritas y pizza.

El hotel es lindo, tiene 8 edificios de colores rodeando a las piscinas. Y el cuarto aunque es bastante pequeño es muy lindo, con colores azules y arena. Todo se ve nuevo, moderno y bien arreglado, creo que lo más lindo es el baño que tiene una ducha sin cortina, y con paredes de vidrio mate. Lo chimbo es que nos dieron una habitación con dos camas individuales (y eso que habíamos dicho que estábamos de luna de miel). Gracias a Dios rápidamente nos dijeron que al día siguiente nos cambiarían la cama (o sea nos la tenderían tipo matrimonial porque se juntaban con un cierre).
Sentimos que estamos agotados todavía desde la boda,  y nos echamos a dormir hasta las 6 que teníamos reunión con la chica del tour que nos explicó la movida de Menorca y lo que no debíamos dejar de ver. Decidimos pasear un poquito más para disfrutar la tarde y compramos cositas para cenarnos unos sanduchitos con jamón y queso menorquín, y de paso vimos que nació el bebé real de Inglaterra… y cumple años el mismo día que Eduardito!

Volvimos al cuarto y cerramos el día viendo los dos capítulos finales de Game of Thrones, que teníamos guardándonoslos desde hace como 2 meses!

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