Viajar de
madrugada siempre es agotador, sobre todo cuando ni agarrando el primer metro uno llega a tiempo al aeropuerto (teníamos que
estar allá a las 6 am). Decidimos agarrar un taxi para Cibeles desde la casa y
luego de allí tomar el bus Exprés al aeropuerto… resultó que terminamos tomando
un taxi compartido con dos personas más por el mismo precio, y estuvo perfecto.
Nos tomamos un mini desayunito en McDonalds y justo cuando era hora de abordar
empezó a amanecer… la verdad que los cielos de Madrid son bellísimos, y nos
deleitamos con la luna nueva y los colores pasteles de la salida del sol.
Aterrizamos en
Menorca, en el aeropuerto de Mahou / Mao. Teníamos un paquete con una agencia
de viajes en un hotel Barceló, y estaba incluido el traslado aeropuerto
hotel. En el trayecto en autobusito al
hotel nos echamos una mareada tan terrible que al bajarnos se nos olvidó el
bulto de Fran en el autobusito. Menos mal que rápidamente nos dimos cuenta y sobre
todo que estábamos en un transporte privado: al rato pasaron dejándonoslo en
recepción.
Llegamos como a
las 10am al hotel, en donde “amablemente” nos dijeron que la habitación podían
dárnosla a partir de la 1 y pico… La verdad que de sólo pensar que eran 4 horas
de espera fue “per se” agotador, pero salimos de paseo por los alrededores y a
pesar de que hacía un solazo y no
teníamos ni gorra ni protector solar estuvo súper chévere. El hotel queda al
sur-este de Menorca, en un pueblito que se llama Punta Prima y en donde hay
varios resorts, restoranes, mercaditos y una playita bien bonita.


: es un caminito de tierra, para hacer senderismo, bici o ir a caballo, caminamos un ratico bordeando la costa hasta que yo estaba medio incómoda por estar en sandalitas de tacón caminando en la arena. Este camino es una camino antiguo que desde hace unos años han ido restaurando, bordea casi toda la isla pegadito de la costa y permite ir de una playa a la siguiente casi ininterrumpidamente.
Finalmente ya era
hora de volver al hotel (que queda como a 400m del mar) y antes de ir a la
habitación hicimos nuestra primera comida en el Resort (estamos en régimen de media pensión). Era
como nos esperábamos un súper buffet y yo de exagerada agarré absolutamente
todo lo que me provocaba y me hice un plato de camionero: cebollas y tomate a
la parilla, pizza, ensalada, lasagna, pimientos, papitas fritas y varios tipos de queso. Fran
se fue por algo más lógico y escogió carne acompañada de papas fritas y pizza.

El hotel es lindo, tiene 8 edificios de colores rodeando a las piscinas. Y el cuarto aunque es bastante pequeño es muy lindo, con colores azules y arena. Todo se ve nuevo,
moderno y bien arreglado, creo que lo más lindo es el baño que tiene una ducha
sin cortina, y con paredes de vidrio mate. Lo chimbo es que nos dieron una
habitación con dos camas individuales (y eso que habíamos dicho que estábamos
de luna de miel). Gracias a Dios rápidamente nos dijeron que al día siguiente
nos cambiarían la cama (o sea nos la tenderían tipo matrimonial porque se
juntaban con un cierre).
Sentimos que
estamos agotados todavía desde la boda,
y nos echamos a dormir hasta las 6 que teníamos reunión con la chica del
tour que nos explicó la movida de Menorca y lo que no debíamos dejar de ver.
Decidimos pasear un poquito más para disfrutar la tarde y compramos cositas
para cenarnos unos sanduchitos con jamón y queso menorquín, y de paso vimos que
nació el bebé real de Inglaterra… y cumple años el mismo día que Eduardito!
Volvimos al
cuarto y cerramos el día viendo los dos capítulos finales de Game of Thrones,
que teníamos guardándonoslos desde hace como 2 meses!
No hay comentarios:
Publicar un comentario