Salimos en la
motico a conocer los alrededores del pueblito dónde estábamos (Punta Prima).
Fuimos bordeando la costa sur-este de Menorca, pasando por Benibecquer y
pasamos por muchas casas de verano, casi
todas ellas todas blancas (incluso con las tejas pintadas de blanco), algunas
mansiones gigantes y algunos town-houses pequeños, en general todas muy lindas.
Intermitentemente veíamos mini calas, con gente bañándose y con barquitos
alrededor. Todo estaba urbanizado como lugar veraniego. Cuando se acabó el
paseo costero y nos adentramos en la isla, salimos de la parte turística y
entramos en la parte rural, campos y sembradíos, olor a fertilizante y a ganado.
Todo bordeado de los muros secos típicos
de aquí. Fue un paseo bien rico.
Ya habíamos
recorrido (en ese día y medio de moto) más de 200Km, así que nos tocó volver a
poner gasolina. Paramos en Alaior, uno de los pueblos grandes del centro de la
isla y además nos pedimos un refresquito para quitarnos el calor. Seguimos por
la autopista hasta Es Mercadal (un pueblo en el mero centro de la isla), que es
el punto de partida para subir al Monte Toro: un monte que es el punto más alto
de Menorca. La subida era bastante empinada y a la motico le costó bastante
subir pero no tuvimos problema. Arriba hay una iglesia cuyo adorno principal es una virgencita con un
toro a sus pies (que según la leyenda le dio el nombre al Monte Toro: dicen que
un toro se encontró una virgen que los cristianos habían escondido en la
ocupación árabe)… lo cómico es que “Al Tor” en árabe significa monte, y se cree
que de allí fue que vino el nombre, y que la historia del toro y la virgen es simplemente
un cuento pintoresco. Otro detalle lindo de la iglesia es que las canales de
agua las hacen con tejas para que el agua baje, y se ve muy lindo. Quizás se
aprecia lo que digo en la foto.
Además de la iglesita también hay un mirador
desde donde supuestamente se ve toda Menorca e incluso parte de Mayorca…
lastimosamente el día estaba como impregnado de una niebla que nos quitó casi
toda la visibilidad. Lo único realmente apreciable era el norte: Fornells y Cap
de Cavallería, a donde planeamos ir mañana).
Ayer pasamos
mucha hambre por no almorzar apropiadamente, así que hoy decidimos que no nos
pasara lo mismo y nos fuimos directo a Ciutadella a comer. Fuimos al puerto
viejo buscando un restaurant recomendado que se llama Café Balear, pero que
por ser almuerzo estaba cerrado, así que nos metimos en otro sitio (también en el puerto) que se veía lindo y fresco, se
llamaba S’Amarador: Un sitio famoso
que cerró por muchos años pero que acaba de volver a abrir.
Yo me pedí una exquisitez:
un gran calamar
relleno
-relleno también de calamar- gratinado en una salsa cremosa de almendras y una
cama de papas. Fran se pidió un menú del día que traía carpaccio de pez
emperador, entrecote y una tarta de almendras. Todo estuvo rico, pero lo mejor
fue lo que yo pedí.
Luego
decidimos pasear por Ciutadella, pero rápidamente nos terminamos de percatar que
las ciudades de la isla están completamente muertas y desiertas durante el día
y con todo cerrado no valen mucho la pena, así que nos arrancamos a la playa.
Ciutadella es el punto de partida de muchas de las calas vírgenes más lindas de
Menorca.
Entre ellas escogimos a la más insigne de la isla: la portada de la
guía y la protagonista de las postales menorquinas, la famosa Cala Macarella.
Nos
tardamos como 30 minutos en llegar (entre la moto y la corta caminata). Y al llegar tengo que admitir que quedé un
poco decepcionada, porque el mar estaba como sucio, igual que la playa que
habíamos ido cerca del hotel, lleno de algas y con un poco de basura.
Como no
nos gustó decidimos seguir de largo y nos metimos en el camino (a pie) que
lleva a la Cala Macarelleta (la hermanita escondida de Macarella) a ver si nos
gustaba más, y la verdad valió 100% la pena.
Es un espectáculo, el mar se mete entre
acantilados con pinos y se ve de color morado y turquesa; la arena es clara y la
vista está además adornada con veleros. Esta playa además de haber sido la
primera playa nudista de Menorca, es famosa porque aquí hicieron un spot publicitario de la cerveza Estrella
Damm en el 2010 (las propagandas de
verano de esa cerveza aquí en España son súper buenas y famosas, creo que vale
la pena verla, aquí está el link: Anuncio Estrella Damm 2010 - Menorca San Juan)
Pero volviendo a Macarelleta,
fue espectacular!. La playa bella y deliciosa. Vale muchísimo la pena. Nos
quedamos allí metidos en el agua hasta después de que se fue el sol y emprendidos
el paseo de regreso. Nos fuimos directo al hotel, para arreglarnos un poco para salir a cenar. Fuimos a Benibequer a unos restaurancitos que nos había picado el ojo en el paseo que hicimos en la mañana.
Escogimos uno en una terraza, muy lindo. Yo me pedí un
tataki de atún con vegetales de temporada y Fran una pasta arrabiatta que
estaba picante pero rica.
Pero lo mejor fue que de regreso al hotel paramos en un
bar tipo lounge que se llama Sa Cova: Tenía una música muy chévere y estaba
decorado todo al aire libre tal cual a nuestro gusto. Como ya estábamos cerquita
del hotel decidimos tomarnos unos traguitos más serios: yo un Singapore Sling y
Fran un Long Island Iced Tea. Los tragos estuvieron regulares pero el sitio era
tan agradable que ni nos importó. A
pesar de que lloviznó un poco, al salir de ahí la noche estaba bella, y nos
paramos en unas piedras a ver la luna que estaba muy linda. Fue un día perfecto
sin duda.
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